Entrevista al oboísta Javier Perez Castillo.

Para inaugurar la nueva imagen de marca en esta ocasión hemos querido contar con un oboísta amigo de la marca. Se trata de Javier Pérez Castillo, oboe coprincipal de la Oviedo Filarmónia. Un excelente oboísta que también cuenta con un perfil de Instagram bonito y trabajado.

Hoy le vamos a hacer unas preguntas en esta entrevista a Javier:

• ¿Cuándo empezaste a tocar el oboe? Pues empecé  a tocar el oboe a los 8 años, que fue cuando me lo dieron en la banda del pueblo, mientras estudiaba solfeo.

• ¿Por qué te decidiste por este instrumento? Curiosamente no lo elegí yo, me lo eligieron… Yo quería el saxofón que era lo que tocaba mi padre en la banda, y como lo veía en casa tocando yo quería uno igual; cuando asignaron los instrumentos, hacía falta oboe para la banda, y me lo dieron a mí. Al principio no me gustaba porque era difícil y muy delicado; luego ya fue enganchándome… se podría decir que toco el oboe por casualidad!

• ¿Cuánto tiempo le dedicas diariamente al oboe? Pues un día normal, suelo tocar las 4 horas de ensayo con la orquesta y por las tardes suelo dedicarle un rato, para estudio personal, o para revisar alguna cosa del programa que toque esa semana, retocar cañas etc… diría que al menos un par de horas más… Compagino ese tiempo también con el corno inglés, ya que mi plaza en la Oviedo Filarmonía lo incluye.

• ¿Hay algún oboísta que te inspire especialmente? A mi Holliger siempre me ha tenido alucinado! Yo que soy de la generación donde no había internet ni redes sociales ni Spotify, casi todos los disco a los que podía tener acceso en esa época eran casi todos suyos, y me dejaba embobado su capacidad y su técnica. Creo que es una inspiración y un referente para cualquiera que toque el oboe: su pasión, dedicación… Y de los oboístas más actuales, una persona a la que admiraba mucho es Juan Manuel Gonzalez-Lumbreras, tristemente fallecido hace unos años, pero que tuve la oportunidad de conocer en un curso hace muchos años y me dejó fascinado su forma de tocar, de hacer música, la pasión que tenía por el oboe… conectamos muy bien y nos hicimos muy buenos amigos y se aprendía tanto de él escuchándolo tocar como con las interminables conversaciones que tuve con él sobre mil cosas. Era una persona y un oboísta muy especial del que guardo muy buenos recuerdos.

• De todos tus logros como oboísta ¿con cuál te quedarías? Pues sin duda creo que de lo que estoy más orgulloso es de poder dedicarme a lo que realmente me gusta, que es tocar en una orquesta sinfónica. De pequeño soñaba con ello y con esfuerzo, dedicación y estudio he podido conseguirlo. Para mi es un gran privilegio, porque si piensas las orquestas que hay en España, a una media de 2-3 oboes por plantilla, no somos muchos oboístas los que tenemos la gran suerte de tocar en una de esas orquestas… 

• ¿Qué consejos le darías a alguien que está empezando en el mundo de la música y quiera ser oboísta profesional?Recomendaría una buena dosis de paciencia para romper muchas cañas jaja! Ahora en serio, la mejor recomendación siempre es ponerle pasión a lo que haces: si te gusta algo de verdad, ve a por ello! El mundo de la música siempre ha sido muy sacrificado: muchas horas, muchos años, muchas frustraciones… Y el oboe es un instrumento realmente complicado, difícil, las cañas ayudan poco, siempre son una pelea continua y un sufrimiento, pero al final, cuando te sientas cada mañana en la silla de la orquesta ( en mi caso) y te pones a tocar, todo ese esfuerzo de años ha merecido completamente la pena! 

• ¿Nos cuentas alguna anécdota de tu carrera como oboísta?Uf! Tengo muchas jaja! Después de tantos años se acumulan muchas anécdotas de todo tipo: desde dejarse las cañas buenas en casa (solo me ha pasado dos veces y en ensayos…), equivocarme de caña en un concierto y poner una que no es la que yo tenia preparada, caerse el oboe en el escenario mientras estamos calentando antes del concierto… Se aprende a salir del paso de todo! Una anécdota muy curiosa fue en una gira por Japón en 2007, una gala lírica con Edita Gruberova, al acabar el concierto hubo como 20 minutos de aplausos, y no paraban! Al acabar nos costó un buen rato salir del auditorio porque había una cola inmensa de público queriendo autógrafos de los músicos en sus programas de mano. Parecíamos un grupo famoso de Rock! 

• Sabemos que actualmente eres oboe coprincipal de la Oviedo Filarmonía ¿nos cuentas tus experiencias previas como oboísta?  Pues realmente mis experiencias previas casi todas son como estudiante, porque conseguí la plaza bastante joven, con 21 años, al poco de terminar la carrera, así que casi todas las experiencias que tengo importantes ya son estando en la orquesta. Incluso un año y medio aproximadamente que estuve tocando de Ayuda de Solista en la Orquesta Sinfónica de Castillo y Leon, fue después de haber obtenido la plaza en la Oviedo Filarmonía.

• Háblanos de la Oviedo Filarmonía¿qué es lo que más te gusta de trabajar con esta orquesta? De esta orquesta solo puedo hablar maravillas. Somos una pequeña-gran familia. Muchos de los miembros llegamos juntos cuando se formó hace 20 años y tenemos un vínculo muy especial. Ahora mismo estamos viviendo una etapa con Lucas Macías con mucha ilusión! Le ha dado a la orquesta un aire fresco y unas ganas de hacer música que se nota y mucho! Sin duda, poder disfrutar de su talento no solo oboístico, sino también dirigiendo y haciendo música es un auténtico privilegio! Además, la oferta cultural y musical en Oviedo es impresionante, lo cual nos permite participar tanto en temporadas sinfónicas como de ópera y zarzuela, haciendo que sea una orquesta muy versátil.

• ¿Alguna cosa que quieras compartir con los lectores de Medina Reeds? Pues en estos tiempos tan difíciles que corren, desearle a todos los lectores mucha salud y ánimo para sobrellevar esta situación lo mejor posible. La música cura el alma, así que escuchar buena música, sin duda, nos hará un poco más felices!

¡Muchísimas gracias por ser parte de esta entrevista Javier!