entrevista vicente moronta oboísta

Entrevista a Vicente Moronta, oboísta del mes.

Hoy hacemos la entrevista a Vicente Moronta, un oboísta original de Venezuela que durante más de doce años fue miembro de la Orquesta Sinfónica “Simón Bolívar” de Venezuela. Vicente es también miembro del Comité Organizador de “El Oboe y sus Laberintos” en Venezuela, un proyecto pedagógico, artístico y social que fomenta los jóvenes talentos del país y hace que la música sea accesible a personas de diferentes orígenes sociales en las ciudades más importantes de Venezuela.

Queremos conocerte mejor Vicente así que te damos las gracias por tu tiempo, ¡aquí van nuestras preguntas!

Entrevista Vicente Moronta oboísta

1. ¿Cuándo exactamente empezaste a tocar el oboe?

Mi madre y mi padre siempre tuvieron un vínculo con la cultura muy importante. Desde mi infancia mi relación con ese medio fue algo intrínseco en mi hogar. Por ello, desde muy temprana edad ya estaba participando en agrupaciones folklóricas de danza y música y en coros infantiles. Después me inscribieron en una Escuela de Música que llevaba el nombre de un compositor venezolano del siglo XIX llamada “Federico Villena“ y allí comencé mis estudios formales de música. Teoría y Solfeo, Dictado Musical, Armonía, Historia de la Música y Piano fueron los primeros pasos. Luego llegó el momento de escoger un instrumento. Les confieso que a mí siempre me gustaron los instrumentos de vientos. No conocía el oboe, pero en un concierto de la Orquesta de Cámara de la Universidad de Carabobo conocí el oboe y allí fue amor a primera vista. A los 10 años comencé con la caña y este hermoso instrumento. No me arrepiento!

2. ¿Por qué te decidiste por este instrumento?

Sin lugar a dudas, el sonido del oboe es cautivador. También con el tiempo me di cuenta que era un instrumento sumamente difícil y con muchísimas limitaciones. Y creo que desde muy niño siempre me gustaron los grandes desafíos. El oboe es un desafío perenne, diario, inmortal. El primer momento fue un encuentro fortuito y quasi milagroso con su extraordinario sonido, y con el pasar del tiempo el oboe aportaba en mi formación como ser humano una tenacidad y una estirpe que solo los oboístas podemos conocer. El oboe ha sido una bendición en mi vida.

3. ¿Cuánto tiempo le dedicas diariamente al oboe?

Para mí el oboe no solo es un artefacto, material o instrumento. El oboe es una oportunidad para expresar sentimientos, inconformidades, necesidades, deseos, aspiraciones, sueños. Pero para ello, hay que dominar esta especie de “caballo salvaje”. El trabajo de la técnica, la resolución de problemáticas comunes y particulares, es algo fundamental que trabajo diariamente. Cuando debato con mis colegas y comparto mis conocimientos con mis estudiantes trato de enfocar las miras en la base técnica, en el “material” con el que trabajamos. Y hago un paréntesis en esto del “material” porque normalmente el “material” lo asociamos a “cañas” y aspectos inherentes a estas.

Las cañas son vitales para los oboístas. De eso no nos quedan mayores dudas. No obstante, el “material” pasa por el dominio de esta situación, la estandarización en la resolución de problemáticas propias del instrumento. En lo técnico: se trata del “cómo” y en “cuánto” tiempo resolvemos esos problemas. En lo inherente a las cañas: se trata de conseguir un sistema que funcione para cada una de nuestras necesidades en términos técnicos, físicos y también en el contexto de cada repertorio. Ahora bien, y siguiendo el hilo, con el pasar del tiempo el dominio del instrumento y la capacidad de respuesta frente a limitaciones y obstáculos técnicos se vuelven cotidianos y el estudio es más efectivo y preciso. En este sentido, se abren las compuertas para profundizar en tiempo y espacio el abordaje del oboe y su repertorio no únicamente desde lo particular sino desde una visual más panorámica. Yo invierto muchísimo tiempo en la investigación de repertorio, en la búsqueda de nuevas sonoridades, en los gustos estéticos, en las propuestas performáticas. Y ahora con el internet es mas cómodo y menos engorroso. Ir a conciertos y museos, o leer artículos también forman parte del estudio diario. En conclusión, el tiempo dedicado al oboe en mis actuales momentos incluyen no solo el estudio práctico del instrumento sino también la investigación, el ocio creativo y la actividad docente.

4. ¿Hay algún oboísta o músic@ que te inspire especialmente?

Sin demagogias, yo admiro a tod@s l@s oboistas. Este instrumento es sumamente complejo y solo nosotros los oboistas sabemos de qué se trata. Así como solo una madre puede describir la sensación de dar a luz, nosotros l@s oboistas podemos caracterizar la convivencia con el oboe, de qué se trata, que alegrías nos brinda y que amarguras nos impone. Ahora bien, han existido y existen en la actualidad oboistas que han inspirado generaciones enteras. Si me preguntan nombres, te diría que mis profesores han sido muy importantes en mi formación de opinión y de criterios como oboísta, músico y artista. Desde Enyu Peña quien fue quien me dio la primera caña y me enseñó cómo agarrar el oboe y tocar las primeras notas, pasando por Ricardo Riveiro quien me formó por más de una década a nivel superior (aún lo sigue haciendo), hasta llegar a los profesores Diethelm Jonas y Emanuel Abbühl quienes aportaron en mí una consolidación sin precedentes en lo técnico y artístico.

También mis colegas de orquesta y ensamble, han sido muy importantes en mi formación. Cada vez que toco con un oboísta al lado trato de captar lo más posible para aprender de ellos. Les confieso que las cañas las aprendí a armar y a raspar con colegas oboístas, de esos hermanos que la vida (y también el oboe y la música, vale decir) me han ofrendado de forma milagrosa. Para cerrar, he tenido la oportunidad de tocar y trabajar conjuntamente con quien para mí es el principal referente de lo que debe ser el oboe: Heinz Holliger. De allí me aferro, sin dogmas, para cada vez mejorar más y seguir soñando.

5. ¿Qué sentimientos te diría que te transmite el sonido del oboe?

El oboe está asociado a lo melancólico. El corno inglés a lo romántico. Creo que el cine y sus bandas sonoras han construido esa subjetividad y ese imaginario común. Sin embargo, con el repertorio del siglo XX y XXI las exploraciones con el oboe han logrado hacer de este un instrumento muy versátil simulando desde una guitarra eléctrica al estilo Jimmy Hendrix o Joe Satriani, pasando por sonidos eólicos y atmosféricos, hasta llegar siempre a nuestra cúspide: el lirismo radical. Y si a esto le agregamos la participación del (o los oboes) en la música renacentista y barroca nos toparemos con danzas, marchas y canciones muy hermosas e inspiradoras. De tal manera, que no creo que el oboe se suscriba a un campo sonoro específico. Más bien, es un laberinto colmado de entradas y salidas, donde el sonido se constituye en un sujeto que juega en ese laberinto.

6. ¿Qué es lo que te parece más difícil de tocar el oboe?

Por experiencia propia, tratamos de compararnos con el desarrollo de otros instrumentistas. Por lo general, tratamos (o tratan) de autocriticarnos o juzgarnos desde la comparación anacrónica con clarinetistas o flautistas. Pero el oboe ha tenido una evolución más lenta en términos organológicos. Amén de que el oboe tiene una morfología sumamente compleja: el oboe es cónico y de doble lengüeta (muy estrecha). Esto hace aún más complejo nuestro instrumento. Ahora bien, creo que no debemos ampararnos en estos válidos argumentos para no tomar el “toro” por los cachos y resolver las problemáticas estructurales y generales y las que a cada ejecutante de forma particular se les presentan.

Para mí el tema del aire entre las notas, ligar largas frases y pasar entre intérvalos estrechos o anchos es uno de los desafíos que presenta el instrumento. Afortunadamente, en términos de afinación el oboe tiene una mejor regulación y estabilidad en comparación con otros instrumentos de viento. Sin embargo, es algo que se debe trabajar diariamente, sin mencionar, que en los instrumentos afines como el Oboe de Amor y el Corno Inglés esta temática es paradójicamente más compleja. Asimismo, las cañas en el entendido de que es un proceso que pasa desde la selección del material, el montaje y hasta llegar al raspado es un proceso sumamente complejo cuya dificultad radica en la configuración temprana de un estándar en cuanto a medidas, procesos, tiempos y resultados. En estos aspectos he encontrado yo los nudos más importantes a desenredar en la vida de los oboístas. 

7. ¿Has vivido alguna anécdota curiosa relacionada con tus estudios como oboísta?

Me gusta entender al oboe y todo lo relacionado con él como un laberinto, uno que desde sus cimientos es complejidad hecha arquitectura. También me gusta asumir al oboe como una Caja de Pandora, de esas que están llenas de sorpresas, y por supuesto, de desafíos. Tengo muchas anécdotas, ya son algunos años andando por este camino. Pero si me preguntas te diría que fue sorpresivo una vez estar estudiando oboe en un aula de clase en la Musik Akademie Basel y que el más grande oboista de todos los tiempos haya entrado al salón y se haya quedado unos minutos escuchando. Me refiero -nada más y nada menos que- a Heinz Holliger. Por supuesto, un vendaval de críticas no se hicieron esperar. Las asumí con emoción, nerviosismo y motivación.

Estaba comenzando a estudiar una pieza de Niccolò Castiglioni. Era un mundo nuevo para mí, y ese encuentro fortuito significó un antes y un después. Fue uno de esos puntos de quiebre de mi formación como oboísta. Meses después coincidimos en varios proyectos artísticos. Ya sea como público o como músico que toca bajo su conducción, siempre aprendo de su concepción del arte, de sus comentarios, de su inspiración y tenacidad a la hora de hacer música.

8. ¿Qué es lo más importante para ti en las cañas de oboe?

Las cañas de oboe deben ayudarnos a hacer más fácil un instrumento que presenta tantos límites como lo es el oboe (y también sus instrumentos afines como el Corno Inglés, el Oboe de Amor, por ejemplo). Por tanto, para mí las cañas deben ser “rápidas”, es decir, deben permitir enviar el aire a diversas velocidades sin que éste se vea obstruido, ralentizado. El sonido viene de nuestro cuerpo, de nuestra voz, de cómo utilizamos el principal instrumento musical de la humanidad: la voz. Sin embargo, no hay que negar que la selección del material, la estandarización de un sistema de montaje y raspado, la escogencia de las denominadas “formas”, los tudeles y sus respectivas medidas, por mencionar algunos aspectos cardinales de nuestras cañas, son factores que tendrán una influencia gigantesca en cómo sonaremos y como funcionaremos a la hora de tocar.

9. ¿Nos cuentas un poco sobre “El Oboe y sus Laberintos”? ¡Nos encanta el proyecto! 

El Oboe y sus Laberintos es un proyecto social, educativo y artístico que tiene sus orígenes a inicios del año 2017. Comenzó como un ciclo de conciertos en una de las salas más prestigiosas de nuestro país: la Sala “Jósé Félix Ribas” del Teatro “Teresa Carreño” de la ciudad de Caracas, capital de Venezuela. Allí ofrecimos un par de recitales de música barroca y del siglo XX. Paralelamente, atendimos a más de un centenar de niñas, niños y jóvenes de diversas edades, regiones y niveles que de forma casi espontánea vinieron a Caracas a recibir clases con quienes participamos de esos recitales. Posteriormente, de la emoción y el impacto positivo que tuvimos, decidimos darle continuidad a esta iniciativa, organizándonos, debatiendo aspectos metodológicos y también propuestas artísticas a los fines de darle continuidad a este proyecto. A la fecha de hoy, en más de cinco años, hemos atendido y acompañado de forma presencia y virtual a centenares de niñas, niños y jóvenes oboístas, sin distinción de credos, ideologías políticas, clases sociales y género de forma gratuita por un staff de facilitadores extraordinario de nivel internacional. Han sido más de cinco años de una lucha tenaz llena de satisfacciones y alcances sin precedentes en la historia de la formación de oboístas en Venezuela. Desde acá mis saludos a quienes han hecho esto posible de forma colectiva: Elodmar, Gonzalo, Johans, Ricardo y Sergio. También a los profesores que están día a día batallando en Venezuela formando a estas nuevas generaciones: nuestro profundo respeto y admiración. A las nuevas generaciones de oboístas: nuestro apoyo perenne e irreductible en su formación artística y humana. 

El Oboe y sus laberintos

10. ¿Alguna cosa que quieras compartir con los lectores de Medina Reeds?

Agradezco su invitación para esta entrevista. Espero les haya gustado y los invito a seguir estudiando, creciendo, soñando. La música es un arte, y el arte es un vehículo para la emancipación. Así que les propongo seguir en este camino del oboe y la música como un devenir imparable para la redención humana

Tomad nota porque este oboísta tiene una cuenta que hay que seguir. Le encontraréis bajo el perfil @vicentemoronta.

Comentarios

  1. Eduardo Moronta dice:

    Ese es mi hijo! Dios le siga bendiciendo esas manos, esos pulmones, esa boca y esa mente tan lúcida. Dios te bendiga. Paz y Bien

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